Herencia digital: acceso a la correspondencia electrónica del fallecido

Los aspectos que entran en juego en caso de acceso a la correspondencia del fallecido son dos: por un lado, la protección del derecho a la privacidad post mortem, es decir, el derecho a la confidencialidad de la propia correspondencia incluso después de la muerte frente a los herederos; por otro, los derechos sucesorios de estos últimos, ejercitables mediante el acceso al contenido de la correspondencia del fallecido, con el fin de consultarla tanto con fines personales o afectivos, como con fines económicos o comerciales, si la correspondencia contenía detalles sobre negociaciones o asuntos comerciales destinados a ser concluidos por los herederos.

Materialmente, el derecho mencionado se ejerce mediante el uso de las credenciales de acceso al correo electrónico propiedad del fallecido.

Si la persona interesada dejó disposiciones para permitir el acceso a sus perfiles después de su fallecimiento, comunicando las contraseñas mediante las formas jurídicas que se especifican más adelante, los herederos no encontrarán impedimentos al respecto.

En cambio, si el fallecido no dejó constancia de las credenciales de acceso (por ejemplo, en caso de una muerte prematura), los herederos podrían encontrar obstáculos, derivados precisamente de la falta de normas específicas y comunes en los contratos celebrados por el fallecido con los distintos operadores en línea.

Por tanto, ante la ausencia de una normativa uniforme, es necesario verificar previamente lo que establecen al respecto las condiciones de uso de las plataformas online, en relación con el acceso a la correspondencia del fallecido.

En concreto, algunas plataformas permiten, tras la presentación del certificado de defunción por parte de los herederos, el acceso únicamente a la correspondencia electrónica del fallecido, como en el caso de Hotmail. Otras, en cambio, proporcionan directamente las credenciales de acceso a los herederos.

Con el fin de evitar el riesgo de que las diversas plataformas puedan negar el acceso a los datos del fallecido, como consecuencia de posibles modificaciones contractuales, es preferible que la persona en vida confíe sus credenciales a un profesional, que actuará como mandatario, especialmente si estas permiten a los herederos conocer y proseguir negociaciones económicas contenidas en el correo electrónico del fallecido.

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